Haré de lo
imposible lo posible, de lo imaginario lo real, del sueño un nosotros.
Haré de tus
labios el sol que me calienta, de tus ojos las estrella que iluminan mi noche,
de lo amargo lo más dulce, de nuestro deseo la hoguera donde nos consumamos.
Haré de las
letras ese puente que nos acerque, y así cuando estemos juntos marcar mis
huellas en ti, poseerte a medida que verso en tu oído susurrándote cuando te
quiero y te anhelo.
Haré de la
noche y el día uno solo, los juntaré como a nosotros y nuestras ganas, esas
ganas de sernos, reflejada en cada palabra, en cada suspiro, en cada mirada.
Haré de mis
deseos la razón por la que respires, haremos arder nuestros cuerpos con cada
caricia sin tregua.
Haré de
nosotros la realidad tan deseada, nos entrelazaré porque ya no habrá distancia
entre versos, la extensión de este sentimiento va más allá de unos cuantos
kilómetros.
Haré de mi
ausencia en tu cama la mejor compañía para tus sueños; y dentro de ellos te
amaré hasta saciar nuestros cuerpos.
Haré de esa
profunda mirada el portal a ese mar de lágrimas, lo navegaré hasta llegar hasta
lo más profundo de ti, y ahí ser tú de mí como yo de ti.
Haré de ti y
de mí la mejor de las melodías, esa que nace entre gemidos, esa que nace cuando
me haces tuya, cuando sé que eres mío, cuando nos pertenecemos en alma, cuerpo
y vida.
Haré
simplemente de un tú y yo, un nosotros.
Haré de ese
nosotros lo que ya somos, amantes que se versan, que se viven y se sienten
entre letras.
