domingo, 6 de mayo de 2012

Hoy.

Hoy mi libido clamaba tu deseo, mi cuerpo por tus manos, mi boca por tu lengua y yo clamaba por ti, pero no es el momento, no somos libres como el viento.

Hoy quise ser una más de esas mujeres que se te entregan, que no piensan en el mañana, que te han disfrutado aún sabiendo que tú te marcharás, pero no puedo, yo no sé entregarme a lo pendejo.

Hoy anhele con más ganas que nunca sentirte dentro de mí, te imaginé llenándome por completo y no sólo en cuerpo, sino también en alma, pero todo eso es un sueño, algún día se hará realidad.

Hoy maldije mis convicciones, mi dignidad, hoy moría por irrespetarte, irrespetarme a mí misma, pero no pude,  mi instinto me dijo que no es la manera de entregarme a ti, al menos no por completo.

Hoy quise ser ella, al menos por 2 segundos, pero después entendí que de ser ella no habría conocido a la persona maravillosa que conozco ahora, no te hubiera conocido a ti, al hombre que quiero.

Hoy, hoy simplemente me hubiera gustado estar ahí, a tu lado, pertenecerte y que me pertenecieras, quererte mucho más de lo que ya te quiero y que tú también lo hicieras, pero he aprendido que lo bueno cuesta, que si se apresuran las cosas nunca saldrán bien.

Hoy, sé que esto va más allá de las letras, más allá de un simple deseo, del morbo y del sexo, así cómo sé que para ti no es más que eso, pero no me importa, por que hoy sé que eres lo que quiero, no para un momento, no por sólo un tiempo, te quiero para siempre, para sernos eternos.