martes, 19 de junio de 2012

Pasión flamante.


Tardé en asimilar tu partida, en dejar que mis ojos se secaran y dejaran de ahogar la tierra de mis mejillas. Tardé en permitirme respirar sin tu aliento para darme vida, en estar sin tu cuerpo que me daba calor en mis noches más frías. Tardé, en aprender a estar sin ti.

Tardé en vivir lo que ahora son restos, en mirar el vacío de tu ausencia, en callar lo que nunca dije y ahora es resonancia. Tardé en abrazar tu alegría que cubría mi felicidad. Tardé, en ser de ti sin ti.

Y dime ¿De qué sirvió tardarnos tanto en asimilar y aceptar esta distancia? En nada, cuando con el sólo roce de tus manos sucumbo  y me dejo llevar, cuando tan sólo necesito escuchar tu voz diciéndome "te deseo" para entregarme a ti por completo. De qué sirvieron tantas noches de desvelo si no fueron desvelos provocados por nuestro sudor, por nuestros cuerpos al hacernos uno. ¿De qué?

De qué vale si al mirarme me seduces y haces que el vacío se llene en cada mordida de labios, en cada abrazo, en cada caricia, en cada orgasmo que creas en mí. De qué sirvió si al final el deseo es el mismo y el horizonte tan análogo. Dime, ¿de qué sirvió?

Sólo sirvió para aumentar nuestro deseo, nuestro anhelo de quemar nuestros cuerpos con la fricción para volvernos cenizas y renacer de ellas al amarnos de nuevo. Sirvió para que yo me diera cuenta que sólo a tu lado puedo saciar mis ganas, que sólo tu miembro me llena por dentro al grado de ya no caber ni mi alma, sirvió para saber que esto es algo más que deseo, no sé que sea, pero contigo es con quien quiero tenerlo.

Y sin temor a nada ni a nadie, sólo con el antojo de colmar nuestros cuerpos, de formar un sismo en la cama de tanta seducción. En cada convulsión que fluya entre nosotros estará la razón de continuar lo nuestro, hasta que el agotamiento nos agobie. Así quiero coexistir, en ti, en nuestro ser.




Muchas gracias mi querido @OscuroPesar por compartir letras conmigo.