martes, 27 de septiembre de 2011

Esa persona

En ciertas ocasiones mi mente se inunda de recuerdos,

de lo que vivimos, de lo que sentíamos,

de lo que en ese entonces era todo y ahora es nada,

de ti, de mi, de lo que pensamos algún día sería nosotros.


Lo más insólito de todo, es que parece que el tiempo no ha pasado,

aún siento tus besos, tus caricias, tu respiración en mi cuello, 

el peso de tu cuerpo sobre el mio cuando terminábamos de amarnos. 


Tú eres de esa persona que se metió tan profundo en mi corazón,

esa que inspira sentimientos tan fuertes que nunca te dejare de amar,

fuiste esa persona que lleno todo mi espacio, mi pensamiento, 

que pase lo que pase, siempre estarás en mi corazón.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Te echo de menos


Se que debo olvidarte, que necesito sacarte de mi mente, 
pero no puedo, te echo de menos, han pasado días, horas, creo que incluso años; 
y aún tengo la duda de si alguna vez lograré sacarte de mi corazón y mis recuerdos.

Trato de aletargar el dolor que siento con tu ausencia, 
estúpidamente pienso que la distancia ayudara a que deje de sentir lo que siento, 
pero me miento, lo sé, siempre lo supe por que así soy yo. 

Soy de las pocas mujeres que cuando aman de verdad se entregan en cuerpo y alma,
para siempre. Me miento a mi misma diciendo que mis letras son escritas al viento, 
más sin embargo muy dentro de mi, sé que cada una, con acentos, puntos y comas, 
te pertenecen.

Aún cuando en su momento fue lo adecuado, 
tengo serias dudas de si separarnos fue lo mejor, 
sé que no tengo derecho de decirte que aún te extraño, 
por que lo nuestro para ti ya es asunto olvidado 
y no soy más que un efímero recuerdo que guardas en algún lugar recóndito de tu mente.

Siento rabia conmigo misma, por no poder olvidarte como lo acordamos, 
pero aún y con todo lo que he vivido, mi corazón sigue sin hacerle caso a la razón. 

Éste estúpido corazón que no deja de latir por ti, 
estás estúpidas lágrimas que aún llevan tu nombre, soy yo, 
ésa estúpida mujer, que aún escribe sus mejores letras pensando siempre en ti.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Me cuesta tanto


Incomprensible es, que después de todo este tiempo lejos de ti, 
el fantasma de tu recuerdo, siga haciendo de las suyas dentro de mi.

Sólo necesite recibir noticias tuyas para que mi mudo se volviera de cabeza otra vez, 
que mis manos sudaran como aquella nuestra primera vez; 
y que mi corazón latiera tan fuerte y tan rápido hasta sentirlo a punto de reventar. 

Cierro los ojos y aún puedo sentir tus dedos recorriendome, 
tus labios saboreandome y tu voz hipnotizandome.  

Quisiera que me resultara más fácil arrancarte de mi corazón,
pero es más difícil que vivir sin aire y aguantar la respiración.



Mientras mis ojos son como cascadas que no puedo detener,
 mis labios son como el desierto áridos y secos sin nada que beber.


Me cuesta tanto olvidarlo, me cuesta tanto borrar su aroma de mi piel,
me cuesta tanto dejar de amarlo, me cuesta tanto vivir sin él.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Recuerdos

Cuando menos me lo espero, tu recuerdo surge de un lugar recóndito en mi  memoria y así, sin poder evitarlo, me vuelvo a enamorar. Como no enamorarme nuevamente de ti, si quedaste tatuado en mi corazón, tu voz, tus dulces letras, las noches de café y buena música que compartimos.

Esas platicas que cada vez eran más profundas, tan profundas que sentía que me hundían en un abismo de felicidad, de locura. Tu sonrisa, aquella que era mi luz aún en la mas grande oscuridad, la que me hacia reír a mi también por muy triste que estuviera, esa sonrisa tuya y a la vez tan mía.

A veces, en raras ocasiones, me pregunto el por qué deje irte de mi vida, por qué deje ir el amor, por la estúpida cobardía de no luchar por ti, por qué deje que los malos entendidos ganaran la batalla, por qué permití que las envidias envenenaran nuestra alma.

Pero bien, ahora me doy cuenta, que de nada sirve lamentarse, cada quien siguió su vida cuando dimos media vuelta, solo el recuerdo de esas maravillosas noches, logran poner un poco de alegría a lo que es mi tiempo desde que vivo en esta lenta agonía, sin ti, sin tus caricias.

Sin esa mirada que eran las estrellas de mi cielo, sin ese café de la mañana que le ponía el sabor a mis días, ahora, solo puedo tratar de vivir sin todo aquello que tan feliz me hacía, vivir solo de los recuerdos, para no sentirme tan vacía.