Te he dicho de una y mil maneras que te quiero, que te extraño, te he dicho lo mucho que me haces falta, lo mucho que extraño tus palabras de cariño hacía mi. Pero al parecer no ha sido suficiente ya que tú no las entiendes, no las escuchas o simplemente las ignoras.
En esta vida hay que arriesgarse, aún cuando eso signifique salir herido, yo contigo me arriesgue, me herí y se perfectamente, que sanaré ¿Cuándo? No lo sé, pero en algún momento lo tendré que superar y mi vida continuará.
A pesar del dolor que llevo dentro, debo agradecer el haberte conocido, ya que sin ti nunca hubiera entendido el significado de la palabra querer, pero lo que se dice realmente querer a alguien. Nunca hubiera sabido lo que era entregarse completa, incondicional y perdidamente a alguien. Siempre llevé un caparazón cubriendo mi corazón y tú lo rompiste, lo hiciste añicos de la manera más rápida y sencilla del mundo, queriéndome.
No me canso de escribirte, de tratar de demostrarte lo importante que eres para mí, lo mucho que todavía te quiero, aunque para ti yo ya no signifique nada y sólo sea un recuerdo que muy pronto dejarás que se vaya con el viento, junto con todas aquellas letras que me escribiste y que yo siempre llevaré en el corazón.
Te he dicho que desde hace mucho tiempo, tú eres lo más importante que me ha pasado, no me importó la distancia ni las circunstancias, simplemente me deje llevar por esté sentimiento que yo sabía que al final me iba a lastimar. Y a pesar de todo eso, a mi sólo se me ocurre seguir diciéndote "quédate conmigo, respiremos, tómame de la mano y seamos uno sólo porque yo te quiero".