lunes, 21 de noviembre de 2011

Te he dicho

Te he dicho de una y mil maneras que te quiero, que te extraño, te he dicho lo mucho que me haces falta, lo mucho que extraño tus palabras de cariño hacía mi. Pero al parecer no ha sido suficiente ya que tú no las entiendes, no las escuchas o simplemente las ignoras.

En esta vida hay que arriesgarse, aún cuando eso signifique salir herido, yo contigo me arriesgue, me herí y se perfectamente, que sanaré ¿Cuándo? No lo sé, pero en algún momento lo tendré que superar y mi vida continuará.

A pesar del dolor que llevo dentro, debo agradecer el haberte conocido, ya que sin ti nunca hubiera entendido el significado de la palabra querer, pero lo que se dice realmente querer a alguien. Nunca hubiera sabido lo que era entregarse completa, incondicional y perdidamente a alguien. Siempre llevé un caparazón cubriendo mi corazón y tú lo rompiste, lo hiciste añicos de la manera más rápida y sencilla del mundo, queriéndome.

No me canso de escribirte, de tratar de demostrarte lo importante que eres para mí, lo mucho que todavía te quiero, aunque para ti yo ya no signifique nada y sólo sea un recuerdo que muy pronto dejarás que se vaya con el viento, junto con todas aquellas letras que me escribiste y que yo siempre llevaré en el corazón.

Te he dicho que desde hace mucho tiempo, tú eres lo más importante que me ha pasado, no me importó la distancia ni las circunstancias, simplemente me deje llevar por esté sentimiento que yo sabía que al final me iba a lastimar. Y a pesar de todo eso, a mi sólo se me ocurre seguir diciéndote "quédate conmigo, respiremos, tómame de la mano y seamos uno sólo porque yo te quiero".

jueves, 10 de noviembre de 2011

Un adiós escrito.

Si te vas a ir vete rápido, sin mirar atrás, rompe mi corazón en un sólo pedazo, que al fragmentarlo recuperarme me costará más. Las heridas que causes, con el tiempo sanaran, pero las prefiero mil veces, a que me sigas lastimando más.

De manera asombrosa estoy más que ,tranquila, tu indiferencia termino con el cariño que sentía, poco a poco te fui sacando de mis pensamientos; así como ahora, poco a poco te sacaré de mi vida. Nubes negras tapan la luz de mis días, poco a poco empieza a llover y así camuflajeo las lágrimas de ésta nuestra despedida, ya bien sabía que era demasiado hermoso para ser real, como bien sabia que lo que rápido viene, rápido se va.

Te agradezco infinitamente que hayas sido mi inspiración día a día, pero lo que no me perdono, es que por escribirte limitará mi poesía. Sin darme cuenta me fui desvaneciendo y deje de escribir lo que tan feliz me hacía. La melancolía siempre fue mi mejor compañía, a la cual deje de lado, por un poco de tu simpatía, hoy la vuelvo a recibir en mis brazos, nuevamente mis letras vuelven a ser mías.

Del tiempo que compartí contigo me llevo muy buenos recuerdos, pero sobre todo me llevo grandes enseñanzas, lo que aprendí de ti fue a querer sin miedo, aprendí que entregarse por completo no mata. Pero este ciclo hoy he decidido terminarlo, tal vez se lo más difícil que he echo en mi vida, pero también tengo que tener en claro, que al no poder estar contigo y quererte a lo lejos, sería algo que siempre me dolería.

Ahora todo quedará en versos y líricas, no me permitiré que trascienda a mi vida, no me puedo permitir añorar algo que tal vez jamás sea mio, no me puedo permitir sentirme todo el tiempo muerta en vida. Mis letras seguirán siendo tuyas, durante cuanto tiempo eso no lo sé, pero ya no esperare sentir tus besos, ni esperaré a que tus manos recorran mi piel.

Pensé que desprenderme de ti me costaría más trabajo, pero ahora me doy cuenta que más trabajo me costaría seguir soportando esta situación, yo no sirvo para andar rogando y no veo el motivo para hacer contigo una excepción.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Que absurdo que se pueda resumir en tres palabras.

Pues en los cuentos como en la vida, nada es lo que parece, tal vez sea porque todo lo vemos de manera superflua, impersonal, totalmente aislado de nuestros sentimientos, más sin embargo, yo a ti te veo, te siento. Cada cosa que ensombrece tu mirada, es lo más horrible que existe para mi, cada cosa que provoca tu llanto, es la aberración más grande que existe, simplemente, cada cosa que te haga de alguna manera daño a ti, me desgarra por dentro y me destroza también a mi.

¿Por qué? Porque yo te quiero, porque para mi tu eres lo más bello, lo más sublime, lo mejor que me ha pasado en la vida, porque tú eres mi tesoro. Nuestra situación por más absurda o efímera que pueda ser, para mi ha sido lo más real que he tenido en mucho tiempo ¿patético? No lo creo, simplemente me aferro a la ilusión que me proporcionas; y estúpido sería de mi parte no vivirlo y dejarlo pasar de lado permitiendo que alguien más lo goce.

Tú haz llegado como un huracán a mi vida, cambiando la melancolía por la alegría, la tristeza por sonrisas, la desilusión por ilusiones, la vida vacía que tenía, por la grata sensación de sentirme querida. Que ironía. 
Que de unos simples versos, naciera esta linda empatía, que poco a poco se convirtió en compañerismo, después en amistad y termino por transformase en cariño. Un cariño fuerte, profundo, pero sobre todo, sincero.

Siempre que trato de encontrar las palabras correctas para describir lo que siento por ti, simplemente me bloqueo, la lírica, rima y sintaxis, simplemente no se dan, pero tan sólo, con escuchar tu voz, todo fluye como el cause de un río y se desborda hasta convertirse en un océano de letras, mis letras, esas que sólo cobran vida cuando es a ti a quien se las escribo, cada punto y coma, dan pauta a seguir describiéndote, a escribirte tal y como te idealizo, porque para mi eres único, lo eres todo.

Podría pasar la noche escribiéndote, amándote con mis letras,  es más, podría pasarme toda la vida, dedicándote mis rimas, mis prosas, mis versos o poemas, pero sólo el infinito me alcanzaría para terminar de expresar lo que siento, ya sea a través de algún texto, canción o como sea, porque es tan grande lo que siento, que ni está, ni veinte vidas, me alcanzarían para decirte, demostrarte lo que absurdamente se puede resumir en tres palabras que son ¡Cuanto te quiero!