Te retrato en mi memoria, intento no perder ningún detalle de tu tacto, de tu cuerpo, de la forma tan sublime que tienes de hacerme el amor y hacerme llegar al orgasmo.
Cada caricia me hace estremecer, cada roce me llena de placer; y que decir de tus besos, esos son los mejor, sobre todo cuando son en mi sexo.
Tanto tiempo lejos de ti, me ayudo a entender que he dejado de quererte y al estar juntos otra vez lo reafirmó, me di cuenta que esto sólo fue un efímero encuentro de 2 amantes que se acoplan perfectamente, pero que simplemente se olvidaron de lo que es amar.
Reconozco que estar contigo en la cama es único, incomparable, nadie es mejor que tú para hacerme sentir una verdadera mujer, pero de la misma forma reconozco, que tú no eres el hombre que me hace sentir amor. Ese hombre es otro, al cuál aún no he tocado y que sin embargo me a hecho sentir lo que es amar como sólo una mujer enamorada lo puede hacer, con todo el corazón y entregándose por completo.
Así que como podrás ver, aunque disfruté mucho la forma en que me haces sentir en la cama, para mi cuenta mucho más como me hacen sentir en el alma y él, te repito, aunque no lo conozca, ya es dueño de mi corazón, de mi alma, en fin, de todo mi ser.
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