Creí que llorar no sirve de nada cuando tus lágrimas no son el alivio que necesitas para dejar de sentir éste dolor, trato de disfrazarlo con sonrisas fingidas, palabras vacías, sentimientos perdidos.
Tal vez mi error fue entregarme sin medida, quererlo más de la cuenta, entregar todo sin esperar nada a cambio, con la estúpida ilusión de que sería correspondida.
Bien yo sabía que esto sólo me traería dolor, en cuanto me cautivo su voz lo supe, pero como siempre no hice caso a mis instintos y nuevamente estoy rota, muy herida.
Tal vez lo mucho que lo quiero nubla mi razón, y no me deja ver las cosas con claridad, pero si de algo estoy segura, es que en esté juego yo soy la única que perderá.
Permitirme volver a sentir, permitir que mi corazón latiera por alguien más otra vez, permitir que mis sentimientos le ganaran a mi razón, es lo que me tiene destrozada esta vez.
El tiempo cura las heridas, eso lo se muy bien, pero en está ocasión me costará más trabajo, porque yo a él en verdad lo llegue a querer.
Mis letras se encuentran algo quebradas y mi corazón sangra otra vez, mis lágrimas poco a poco dejan la marca, de lo que el olvido hará ahora en toda mi piel.
Dicen que desperdiciar el llanto por quien no lo valora no es lo mejor, pero si algo he aprendido de los muchos tropiesos de la vida, es que llorando se olvida mejor.
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