Lágrimas amargas recorren mis mejillas, todo por mi estupidez de quererte sin medida. No sé por qué o cómo, pero con cada lágrima me siento más tranquila. Tal vez porque te comenzaré a olvidar, porque de esta forma te sacaré de mi corazón y de mis pensamientos.
Tú, que me tienes a tu disposición, siempre expectante y anhelante de estar contigo no lo valoras, mas sin embargo otra persona sueña con mi voz, con mi cariño y ansia mis caricias. Sé que te lloraré hasta el amanecer, sé que esto desgarrará mi corazón, pero también sé que te voy a olvidar ya que sufrir para mi no es una opción.
En todos los juegos siempre tiene que perder alguien y en esta ocasión me tocó a mi, ya no buscaré tu platica, trataré de ya no creer en tus palabras, un gran frío empieza a cubrir mi alma, pero total, ya llegará quien le de calor otra vez. Quise no sentirte, quise no quererte, quise no entregarte mi corazón y mira lo que son las cosas, termine dándote mi vida, mi amor.
Sí, estúpidamente me volví a enamorar de quien no debía, nuevamente me permití sentir y sí que sentí, no fue amor, no fue cariño, sino un profundo dolor que me mata poco a poco, que acaba con mi fe en querer otra vez.
Que estúpida fui al dejar a un lado lo que ya tenía por la tonta ilusión que tu me regalaste, pero bueno aún con todo eso debo agradecerte la lección que me enseñaste, dicen que de los errores se aprende y tenían toda la razón, tú haz sido mi mejor maestro.
Toda historia tiene un principio, tiene un desarrollo e inevitablemente también tiene un fin y por supuesto, no puede faltar el titulo. Y a ésta nuestra historia, sólo le puedo llamar.... "Mi mayor error".
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