lunes, 13 de febrero de 2012

Qué difícil


Qué difícil es decirle adiós a esta historia que aún siento tan mía, que aún escribo día a día, que aún me hace sentir ilusión, que aún me hace soñar con un futuro a tu lado.
Qué difícil es dejar de lado todo este cariño, arrancarme el corazón del pecho, pasar la página y arrancar las anteriores para comenzar a reinventarme, dejar de lado todo aquello que me hacía sentir vulnerable, poner los pies en la tierra y dejar de soñar con eso tan inalcanzable. 

Qué difícil es  torturar a mi cabeza tratando de olvidarte, tratar de que mi cuerpo no vibre al pensarte, no cerrar los ojos para dejar de visualizarte. 
Qué difícil es sentirme tan tuya aún cuando no te tengo, sentirte tan mío aún cuando el amor no hemos hecho, sentir esta pasión que quema hasta los huesos.

Qué difícil es dejarte atrás a ti, a mí, a nosotros, a aquel encuentro que tanto anhelo, que tantas veces he recreado y que llego al punto que parece mucho más un recuerdo que una fantasía inventada.
Qué difícil es hacerme a la idea de que sólo yo siento todo esto, que tú por tu parte ya retomaste el vuelo, que miras hacia otro horizonte donde yo ni siquiera soy  una pequeña estrella que te acompañe en tu cielo.

Qué difícil es tratar de recuperarme cuando toda mi esencia se encuentra contigo, cuando mi cerebro me hace permanecer viva, ya que mi corazón se marcho contigo en el momento en que nos despedimos.
Qué difícil es tratar de quitarme este nudo en la garganta, el cual sólo se formo para guardar mis sentimientos, pero que a la vez me marea, me deja sin aliento.

Qué difícil es y será dejar de quererte, hacerme a la idea de que esto no nos conviene, que a pesar de querernos, nuestro cariño no es suficiente.
Qué difícil es sentir este vacío, apretar los puños y abrazar mis piernas para no correr a tu encuentro, para no dejar de lado todo lo que tengo aquí conmigo, para no gritar tu nombre, para hacer que te vuelvas olvido.


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